«Somos convocados a lo más alto de nosotros mismos para tocar con firmeza la nota que nos ha sido confiada y que atraviesa nuestro ser. Por eso hay que vaciarse de todas las otras voces que nos confunden y llegar a ser pura cavidad de manera que nuestro vacío ofrezca el contorno preciso de la nota divina. (Xavier Melloni «El Deseo esencial»)