Quien se apoya en sí mismo,
reside en sus recuerdos,
algo que ya no es;
reside en sus recuerdos,
algo que ya no es;
reside en sus proyectos,
que no son todavía,
quizás jamás serán.
Vive de sus deseos,
que paren sus temores.
Un temor, un deseo.
Deseos y temores,
edifican tu mundo
frágil y peligroso,
que termina en vejez,
que concluye en la muerte.
Recuerdos y esperanzas,
deseos y temores,
son sólo un sueño breve;
una frágil ficción,
creada, simulada
por la necesidad;
de jabón una pompa,
que brilla unos instantes
y estalla, pura nada.
En ti hay otra cota,
firme como una roca;
búscala, da con ella.
En tu centro reside,
ella es tu propio ser.