Asida a un hilo delgado o a uno grueso…
… lo mismo da que un ave esté asida a un hilo delgado que a uno grueso porque, aunque sea delgado, tan asida se estará a él como al grueso, en tanto que no le quebrare para volar. Verdad es que el delgado es más fácil de quebrar; pero por fácil que es, si no le quiebra, no volará (…) Y así es lástima ver algunas almas como unas ricas naos cargadas de riquezas y por no tener ánimo de acabar con algún asimiento o afición (que todo es uno) nunca van adelante, que no estaba más que en dar un buen vuelo y acabar de quebrar aquel hilo de asimiento.
(Juan de la Cruz. Subida al Monte Carmelo I, 11, 4)
1. recogimiento con ayuda de la respiración. Alargar (sin forzar) la inspiración y el momento de retención. Atención al aliento de vida «impersonal».
2.
Los “asimientos” -explica San Juan en otro texto- generan dispersión, inestabilidad, intranquilidad. La desnudez conlleva paz, amor ilimitado, libertad…
Elegir, observar, ser testigos de uno de estos núcleos de inestabilidad e inquietud. Observar, observarnos, sin dialogar, sin «regañarnos», sin dar pie a sentimientos de culpa, ni victimismos, ni a entrar en razones. Observar y calibrar. ¿Qué espero? ¿es real lo que espero? ¿es una «fantasmada «?… O, quizás, ¿un miedo? ¿Miedo a qué? Observar con ánimo de comprender, pero más que «hablar» mucho, hacer servir la atención como si fuera un foco de luz. Observar como quien ve una película. La observación atenta ayuda a comprender. La comprensión disuelve el poder y la fuerza de los «asimientos», dejándolos al descubierto.
Soltar. No pretender nada. No perseguir nada.
Olvide sus experiencias pasadas y sus logros, quédese desnudo, expuesto a los vientos y a las lluvias de la vida y tendrá una oportunidad.
El deseo de encontrar el ser, sin ninguna duda, será satisfecho, con tal que no desee nada más. Pero debe ser sincero y no desear realmente ninguna otra cosa. Si mientras tanto usted quiere otras muchas cosas y se dedica a perseguirlas, su propósito primordial puede retrasarse hasta que usted deje de dividirse entre deseos contradictorios. (Nisargadatta. Yo soy Eso, p.210)
3. Unos últimos instantes de atención en la respiración. Atención a la «noticia silenciosa»
Es. Todo lo es. Aquí. Cada uno, sin límite alguno. Es.