Quien busca salvarse no ha comprendido con claridad lo que es el camino al conocimiento silencioso, lo que es el camino espiritual.
Quien obedece para salvarse; quien se sacrifica para salvarse no está dispuesto a morir a sí mismo, a desaparecer por completo para poder conocer “al que es”, al Único.
Quien busca salvarse huye de las ruinas completas. No comprende que sólo hay salvación cuando no hay nadie a quien salvar.
Mientras se busque la salvación se permanece en la dualidad. Cuando se ha comprendido que no hay nadie a quien salvar, se sale de la dualidad.