Hay entre los cielos y la tierra grandes signos para aquellos que quieran entender. Mirad y reflexionad. ¡Grandes signos por doquier! ¡Eso sí son textos sagrados!
¿No es maravillosa la tierra y los cielos, la sucesión de noches y días, cómo corre el agua, cómo avanzan las naves sobre los mares y los astros en los cielos?
¿No son una maravilla los vientos que nos traen las llúvias, mueven las nubes y ayudan a los barcos en su navegación?
Observad sus signos y sabréis cómo es el Único, el Clemente, el Misericordioso. No os confundáis adorando imágenes o piedras.
Permaneced atentos a sus signos y sabréis hacia dónde dirigir vuestros pensamientos. Entre los hombres y las mujeres instituyó bondad y amor. Ése sí es un signo milagroso para quien quiera reflexionar.
(del Corán 30,20 y ss.)