Uno de los textos más importantes sobre el Jñana Yoga o Yoga del Conocimiento.
Observaciones sobre el Jñana-yoga.
1ª. El jñana-yoga no sirve para solventar problemas. Quien lo practique con esa intención, lo inutiliza y lo deforma. Ocurre como con la poesía o la música, que no sirven para solventar problemas.
Es preciso buscar el conocimiento por sí mismo, sin ninguna otra finalidad.
Será ese conocimiento, buscado por sí mismo, el que diluya o quite el aguijón a los problemas.
2ª. Es un trabajo con la mente que parece complicarnos la vida, porque es apartarse de las maneras válidas y habituales de pensar, actuar con el pensamiento y sentir.
Es vaciar de contenido concepto a concepto, supuesto a supuesto, creencia a creencia. Es “deconstruir” todo nuestro sistema mental, el que es causa de nuestros deseos, temores, expectativas, esperanzas, sufrimientos.
3ª. Practicar el Jñana-yoga supone aprender a manejar equilibradamente
-la capacidad de razonar hasta toparse con el vacío,
-la capacidad de intuir directamente un paso más allá de nuestra capacidad de razonar.
4ª. Es un trabajo lento porque es un trabajo de desgaste
-de la realidad de nuestro mundo,
-de la validez de nuestros supuestos y creencias,
-de la validez de todo nuestro sistema mental.
5ª. En este trabajo, uno no debe preocuparse por el sentir, ni medir los resultados los grados en felicidad, en tranquilidad y en paz adquiridos.
Sólo debe preocuparnos de una cosa: salir del error, para conocer.
Lo demás vendrá por añadidura.
6ª. Se debe confiar en el poder del conocimiento, que es capaz de transformar la base de la conciencia.
El conocimiento, desde el poder de la razón y de la intuición, es capaz de darle la vuelta a nuestro conocimiento de lo real y de nosotros mismos y, desde ahí, mutar nuestro sentir y actuar.