Cuando realmente logro escuchar a alguien, eso me pone en comunicación con él, enriquece mi vida. Oír realmente a alguien es, además, como escuchar la música de las esferas, ya que más allá del mensaje inmediato de la persona, está lo universal. Por consiguiente, existe al mismo tiempo la satisfacción de oír a la persona y la de sentirse en contacto con lo que es universalmente verdadero. (Carl Rogers)