Entendemos por “cualidad humana” la capacidad de interesarse seriamente por las realidades; para lo cual es preciso cultivar la capacidad de distanciarse de sí mismo, de sus deseos, temores, expectativas y recuerdos; y la capacidad de silenciar nuestro sistema de interpretar, valorar y actuar con respecto a todo lo que nos rodea y con respecto a nosotros mismos.
Entendemos por “cualidad humana profunda” la capacidad de interesarse por todo lo real incondicionalmente, (I) eso supone un distanciamiento tan completo de sí mismo y de todos sus deseos y expectativas, como si estuviéramos muertos (D). Para hacerse capaz de ese distanciamiento tan radical hay que silenciar por completo (S) todos nuestros patrones y hábitos del pensar, del sentir y del actuar; un silencio interior como muertos antes de morir.