Creadas las postulaciones conceptuales de valor de un colectivo que vienen exigidas por la sociedad conocimiento, y convertidas en postulados de valor por la axiologización; una vez creado, a partir de ellos, el cuadro de actantes, el paso que ahora toca dar es construir una narrativa capaz de mover y motivar al colectivo a asumir el proyecto colectivo de valor generado por la necesidad de convertirse en sociedades de conocimiento.
El protocolo de construcción de un discurso, como expondremos en otro apartado, tendrá que seguir la estructura actancial, que es la estructura profunda que debe tener toda narración que tenga pretensión axiologizante.
El discurso para que resulte motivador tiene que cumplir ciertos objetivos. Debe apuntalar la inevitabilidad de la SC, dejando claro que ya está asentada, y sin marcha atrás la dinámica generada por las ciencias y técnicas, en crecimiento rápido y acelerado. La SC es una oferta que nos viene impuesta. Las tecnologías evolucionan al mismo ritmo que las ciencias, y ambas interactúan entre sí para la aceleración de los procesos, por lo que la posibilidad de nuevos productos y servicios crece continuamente al paso de esa aceleración. El discurso debe considerar que esta potente corriente tendría que conducirnos a una cultura del conocimiento. (exposición del postulado 1)
Debe apuntar , también, que el resultado de esta situación es que se han perdido, posiblemente para siempre, las formas de vida estables, porque nuestras formas de vida, de organización, de actuación, de valoración, de cohesión colectiva cambian al ritmo de las transformaciones tecnocientíficas y de sus consecuencias. Nada permanece en el mismo estado, tampoco nuestra manera de sentir y vivir las realidades, las sociedades, a nosotros mismos y lo que nuestros antepasados llamaron espiritualidad. Hemos perdido, con estas transformaciones, nuestros proyectos colectivos axiológicos estables, lo que constituye una gran novedad en las historia de nuestra especie y nos obliga a construirlos nosotros de manera consciente. Todo eso ya lo tenemos encima y hay que adherirse y responsabilizarse de la nueva situación.
En el discurso habrá que ponderar que a una sociedad en continuo cambio, que vive y prospera a través del movimiento, le será necesario excluir todo lo que bloquee, anatematice o dificulte esa movilidad en todos los aspectos de la vida (los opositores). Es imposible pretender sostener aspectos de la vida individual y colectiva como intocables cuando todo se mueve continuamente (postulado 6). Nuestras maneras de pensar, sentir, actuar, organizarnos y vivir tienen que seguir necesariamente e irremediablemente a nuestras formas de vivir. Esta es una imposición inevitable e irrenunciable de nuestra condición animal.
La narración debe conducir a asumir libremente y de todo corazón el destino que nos han impuesto el devenir de la vida humana. Hay que asumir voluntaria y coherentemente esa nueva forma de organizarse, si no queremos la ruina del colectivo. Lo que conduce a tener que crear una forma de vida colectiva que sea coherente con las dinámicas de conocimiento e innovación continua. (postulado 7)
Habrá que poner un especial énfasis en la educación de individuos y colectivos para la indagación y la creación constante, para los cambios continuos de modos de vida sin traumas. (postulado 12)
En las nuevas condiciones de vida, ni individuos, ni grupos, ni países pueden funcionar solos, autárquicos. Todo funciona en interdependencia incluido el medio. Lo tendremos que cuidar como como a nosotros mismos. Ni medio, ni personas o grupos pueden ser considerados como recursos. Habrá que ingeniárselas para profundizar constantemente en el sentimiento y en la actuación simbiótica con las personas y con el medio. (postulado 5)
El eje del nuevo tipo de sociedades es el estudio y la indagación constante y de por vida. (postulado 11 y 12) Ese estudio e indagación no podrá ser exclusivamente científica, tecnológica, de competencias profesionales, tendrá que ser también axiológica; es decir, tendrá que incluir la indagación y práctica de la CH (cualidad humana) y la CHP (cualidad humana profunda), sin ellas el colectivo va a la ruina porque caería en el modelo de sociedad de explotación y depredación inconsiderada. (postulado 2,3,4)
Optar por vivir de la creación de conocimientos, del tipo que sean, no debe obligar a la homogenización de actitudes frente a la realidad y la vida. No debe perderse la peculiaridad cultural de los individuos. El funcionamiento del colectivo tendrá que sintonizar con las sociedades globalizadas de conocimiento. (postulado 9 y 10)
La narración tiene que ponderar las ventajas de la nueva oferta a los individuos y a los grupos: es la posibilidad de una vida entregada a un trabajo creativo, no rutinario, libre, indagador, en equipos coordinados por la comunicación voluntaria en torno a un proyecto, en cuya elaboración todos habrán intervenido en un grado u otro. Debe mostrar que el nuevo tipo de organización ofrece a todos los individuos y al grupo la posibilidad de una educación e indagación constante, cada uno en su medida, continuamente reciclada y, sobre todo, se ofrecen unos modos de cultivo de la CHP sin imposiciones, ni sumisiones, libres pero necesarios y no optativos. Es una oferta de una vida de solidaridad y comunicación con todos los pueblos, tradiciones y culturas, respetando y cuidando el medio como nuestro propio cuerpo. (postulado 10). Y debe advertir que el sujeto o grupo que no asuma con todo el corazón y la mente esta oferta-imposición, quedará marginado irremediablemente.
Deberá advertir que todos los que pretenden volver al pasado son adversarios. Son opositores los que consideran al individuo y sus intereses como el eje de la organización; los que consideran al colectivo como una asociación libre de individuos, en la que cada uno va a su propio interés, pretendiendo que de este egoísmo individual resultará el bien colectivo. Los oponentes pueden ser personas, grupos, ideas, movimientos, etc. Son adversarios todos los que pretenden tener ya la solución política, económica, moral, espiritual, religiosa y quieren imponerla a todos.
Todos los adversarios giran en torno a tres ejes: pretensión de organizar la vida individual y colectiva desde el egoísmo; pretender la fijación intocable de los PAC; y utilizar todo el poder de las ciencias y tecnologías para la explotación de personas y medio.
Son aliados todos los que son conscientes de la necesidad de grandes trasformaciones culturales para evitar los graves riesgos a los que nos vemos enfrentados. En pocas palabras, son ayudadores todos los que, de una manera u otra, intentan oponerse a las especulaciones de un capital financiero sin control; los que reclaman que todo humano tenga educación, comida, atención médica, una casa, un trabajo, una pensión de vejez y la posibilidad de cultivar la CH y la CHP. Todos los que buscan la CH y la CHP son también aliados. Lo son en su inquietud y su búsqueda, no necesariamente en el modo y concreción de su búsqueda.
Para ser aliados basta con que en lo fundamental acepten el cambio aunque no lo hagan necesariamente en las concreciones de sus propuestas.
Hay muchos más adversarios y aliados que los que se pueden enumerar en una lista. En cada grupo, en cada proyecto axiológico adecuado a las nuevas sociedades, sea al nivel que sea, habrá que detectarlos en detalle, para defenderse de los que se oponen y contar con la ayuda de los que van, en algún sentido, en la misma dirección.
Una vez construida la narrativa habrá que estudiar estrategias y procedimientos, tácticas, para conseguir que todas las personas y el colectivo despierten al destino que nos han legado nuestros mayores y que ya resulta inevitable, y puedan dar una respuesta adecuada. Que sean conscientes que la suerte de cada individuo y cada grupo es la suerte de toda la humanidad y de la vida en este nuestro pequeño planeta. No resulta posible la simple resignación a que se continúe explotando a la tierra y a las personas, en beneficio de unos pocos, en lugar de orientarse hacia el bien de la tierra entera y de todo lo que contiene.
Así es que en la narración que pretende motivar al colectivo para que asuma voluntariamente el destino que nos imponen las sociedades de conocimiento, sin posible alternativa, deberá apuntarse, aunque de forma sumaria sin entrar el detalle, lo central de las estrategias y las tácticas que se van a aplicar para que se asuma de forma voluntaria el tipo de organización propia de sociedad de conocimiento.