El mundo de los vivientes sólo está en el conjunto de preceptores de los vivientes.
El lugar donde se reúnen el conjunto de “datos-construcción” de los sentidos para formar un todo según el cual actuarán los vivientes le llamaremos mente.
El mundo que los humanos percibimos y sentimos sólo está en la mente. El mundo de colores, formas, objetos, relaciones, está en nuestra mente, no en la realidad de lo que hay.
El mundo para cada viviente es correlato a sus necesidades, al cuadro de acciones que requiere desplegar para sobrevivir.
Los humanos estamos sometidos a esa férrea ley: cada especie tiene un mundo.
Los humanos nos diferenciamos de las restantes especies animales en que somos “animales, vivientes, culturales”.
El gran invento de la vida: el habla.
La vida, en nosotros, inventó un gran instrumento “el habla”. Las especies tienen determinado genéticamente su naturaleza y su mundo; para cambiar de especie tienen que cambiar su programa, y eso les llevaba millones de años.
Nosotros, con el invento biológico del habla, podemos dejar indeterminada la mayor parte de nuestra naturaleza: Tenemos determinado genéticamente: fisiología, simbiosis, reproducción sexual, el habla. Tenemos indeterminado genéticamente: cómo se vive en grupo, cómo se vive la sexualidad, cómo se satisfacen necesidades, cómo se habla.
Con este logro, la especie humana puede hacer cambios drásticos equivalentes a cambios de especie sin modificar su programa genético ni su fisiología en cortos espacios de tiempo: caza/recolección, centenares de miles de años; agricultura, sólo algunos miles de años. 1ª revolución ind sólo un par de cientos de años; hemos empezado a vivir del cambio continuo.
Cada uno de estos estadios culturales tenía mundos diferentes, organizaciones sociales y familiares diferentes, una forma diferente de concebir y vivir la sexualidad, modos diferentes de concebirse a sí mismo, modos diferentes de vivir y sentir.
Ninguna de las construcciones que hemos hecho del mundo y de nosotros mismos es lo que hay.
El constructor de todos los mundos animales, incluido el nuestro, es la necesidad y su portavoz el deseo.
Por tanto: una cosa es el mundo que construye nuestra necesidad, y otra distinta es lo que hay.
El mundo de nuestra construcción no está ahí fuera, está en nuestra mente.
El rasgo más fundamental del mundo construido por cualquier especie de vivientes es la dualidad.
El viviente, que es un ser necesitado, para poder satisfacer sus necesidades, tiene que hacer una lectura de la realidad que contraponga: a sí mismo, como estructura de necesidades e instrumentos de acción; al medio, el mundo, como campo donde satisfacer las necesidades, actuando; a sí mismo como entidad separada; al campo, el mundo donde actuar y sobrevivir.
Todo viviente se interpreta esta dualidad fundamental.
Nosotros estamos sometidos a esta ley. Pero esa dualidad no es lo que realmente hay,-es sólo lo que los vivientes necesitamos ver, -es sólo lo que los vivientes nos vemos precisados a construir.
LO QUE REALMENTE HAY es “no dos”, “eso no-dual”.
Todos los vivientes no somos más que momentos de la evolución del cosmos. Olas de un mismo mar. No somos seres venidos a este cosmos, somos este cosmos.
POR CONSIGUIENTE: Ahí fuera, y en nosotros mismos, lo que realmente existe no es nuestra construcción dual. Esa construcción sólo está en nuestra mente.
-Lo que realmente hay no es nuestra construcción, es mucho más.
-Es “Eso no-dual” (en expresión consagrada de los maestros jñani).
La enseñanza fundamental de todos los maestros.
-Quien silencia la necesidad calla al constructor
-Quien silencia al deseo calla al constructor
-Callar al constructor es silenciar el mundo
-Silenciar el mundo es silenciar la dualidad
-Silenciar la dualidad es acceder a “eso no-dual” que todo es.
Cómo proceder para silenciar la construcción y acceder a “eso no-dual”.
Todas nuestras facultades funcionan regidas por la necesidad. Por tanto, su funcionamiento es :dual, yo/mundo, egocentrado; parten del supuesto de que yo estoy aquí, y ahí el entorno, el medio; salen de casa para volver cargados con una presa con la que satisfacer la necesidad. Así actúan nuestros sentidos, nuestro sentir (sentimientos), nuestra mente, nuestra acción.
Dicen los maestros que basta con desarticular la manera de proceder de una destas facultades para hundir el conjunto de la construcción.
1º. Si no busco nada para mí en la acción, si actúo sólo y exclusivamente a favor de otros, si salgo a actuar y no vuelvo cargado sino con las manos vacías, entonces silencio el deseo; si silencio el deseo, cambio la percepción, la comprensión .
2º. Si salgo a percibir y sentir las cosas en su mismo ser, porque están ahí, sin buscar en ello mi satisfacción, silencio el deseo; si silencio el deseo callo la acción, muto la comprensión.
3º. Si salgo con mi mente no a tener noticia de lo que hay para actuar más convenientemente y sobrevivir mejor sino para saber lo que hay, sin buscar provecho en ello, silencio el sentir; si silencio el sentir, callo la percepción, callo la acción.
Desde cualquiera de esas facultades se desarticula el conjunto.
Métodos capitales de silenciamiento.
Desde la acción: acción sin buscar los efectos de la acción. (Karma Yoga). Amor al prójimo. (Caridad cristiana). Servicio a la comunidad. (Musulmanes).
Su Efecto: la desegocentración.
Desde el sentir: devoción a Cristo, a Krishna, a Alá. Sentir vuelto a la figura sagrada:sentir como Él, actuar como Él. Entrega a su servicio, utilización de símbolos, historias y narraciones que polarizan el sentir de: cristianos, musulmanes, judíos, ciertas formas de hinduismo.
Desde la mente: concentración de la mente (Raja Yoga, algunas formas de Zen). Utilización del poder de razonar e intuir de la mente para desarticular la construcción, Jñani Yoga (Yoga del conocimiento).
NOTA: El esfuerzo razonador de comprensión que homos hecho en el rato de esta exposición, ya ha sido un ejercicio de Yoga del conocimiento.
Hemos razonado para comprender: que hay más en el mundo de lo que vemos, comprendemos y sentimos; que lo que hay no es: yo venido a este mundo; que lo que hay es “eso no-dual”; que todo es y que yo también soy.
Hemos razonado para llevar a provocar la intuición directa de que eso es así.
Si llegamos a intuirlo claramente con nuestra mente, el sentir seguirá a esa nueva comprensión y los sentidos seguirán a esa realidad nueva.
ADVERTENCIA:
Diferencia entre la meditación Jñani y la meditación cristiana:
La meditación cristiana parte de la creencia, excluye la duda, razona la creencia y la profundiza para que repercuta en el sentir y en la acción.
La meditación Jñani no parte de la creencia, acoge la duda hasta agotarla, desarticula nuestras creencias cotidianas y religiosas para llegar a comprender e intuir directamente
“eso no dual”.
EJERCICIOS DE JÑANI YOGA.
Primer ejercicio.
Lo mismo que una cuerda desconocida se imagina como una serpiente u otros objetos, así sucede con el Ser, que se imagina de diversas formas.
En la experiencia común sucede que una cuerda cuya naturaleza real se desconoce, de la que no se puede decir “esto es así”, se imagina de diversas maneras. En la oscuridad, se ve como una serpiente, una línea de agua, o un palo, porque no se ha determinado su verdadera naturaleza, ya que si se conociera su esencia de cuerda no se vería como serpiente. Por ejemplo, no se da esa clase de imaginaciones en relación con los dedos de la propia mano.
De la misma manera se imagina que el Ser es una criatura individual o energía vital, etc., porque no se ha determinado su verdadera naturaleza de inteligencia pura, de pura esencia, no-dual, exenta de males como el determinismo causal que caracteriza el mundo empírico. Ésta es la conclusión que deriva de la enseñanza de todas las Upanishad.
Cuando se revela la verdadera naturaleza de la cuerda, todas las ilusiones en torno a ella se desvanecen. Y sobreviene la certeza de que allí no hay nada más que una cuerda. Así es la certeza al tomar conciencia del Ser. (Kârikâ de Gaudapâda. II, 17-18)
El cuerpo y el mundo coexiste;
¿cómo podríamos ver el mundo si no tuviéramos un cuerpo?
“El mundo está en las cinco formas sensibles
que se conocen a través de los órganos de los sentidos,
pero sólo la mente percibe el mundo,
por consiguiente el mundo es la mente.”
“Aunque el mundo y la mente aparecen y desaparecen juntos,
es la mente la que ilumina el mundo,
la fuente de la que mente y mundo aparecen y desaparecen,
la verdadera Realidad, no surge ni desaparece”.
(Ramana Maharshi, E. Ballesteros. Kier, Barcelona, 198, pg.100).
Segundo ejercicio.
Los múltiples objetos que ve el que sueña los que percibe como reales aunque son ilusorios. Lo mismo sucede con los objetos vistos en el estado de vigilia. La única diferencia es que en el caso del sueño se trata de un espacio reducido ( Kârikâ, Gaudapâda, II,4).
Lo que en el sueño se imagina como conciencia interna es irreal y lo que se percibe como exterior parece real. Pero tanto lo imaginado como lo percibido es igualmente ilusorio.
En el estado de vigilia sucede lo mismo, lo que se imagina como conciencia de lo interno es irreal y lo que se percibe como conciencia de lo externo parece real. Pero la razón nos dice que en ambos casos es ilusorio.
Si en los dos estados los fenómenos son ilusorios, ¿quién capta esos objetos? y ¿quién los crea? (K. de Gaudapâda, II 9-11)
..eres tú quien dice que hay un mundo a tu alrededor, los objetos sólo son lo que el espectador piensa de ellos, no tienen existencia independiente del sujeto. (Ramana Maharshi Ibídem, pg. 103)
Discípulo: ¿Cuál es la naturaleza de la mente?
Maharshi: Lo que se llama mente es el terrible poder del Ser, que provoca los pensamientos, pero al margen de estos pensamientos no hay una cosa que pueda ser llamada mente; por consiguiente la naturaleza de la mente son los pensamientos y aparte de eso pensamientos tampoco existe un mundo material, pues en el sueño profundo no hay pensamientos ni mundo, mientras que en los estados de vigilia y sueño onírico aparecen los pensamientos y el mundo, del mismo modo que una araña proyecta el hilo de su tela y luego lo vuelve a absorber en su interior, la mente proyecta el mundo y (cuando duerme) lo oculta de nuevo en el interior. Cuando el mundo aparece como si fuera real, el Ser queda velado y cuando el Ser brilla, el mundo ano aparece, pero si investigamos con tenacidad la naturaleza de esa mente, que no puede existir sola y recibe el nombre de cuerpo sutil o yiva, ésta llega a su fin y lo que queda es el Ser, Atman. (Ramana Maharshi, Ibídem, pg. 116-117
Tercer ejercicio.
El movimiento de un tizón ardiente parece crear líneas rectas o curvas; de la misma manera el movimiento de la conciencia aparece como conocedor y conocido.
El tizón ardiente que no se agita no produce ningún fenómeno aparente ni cambia. Así la conciencia cuando no se mueve está libre de apariencias y cambios.
Cuando el tizón ardiente está en movimiento, las apariencias no provienen de ningún sitio, tampoco surgen del tizón mismo hacia fuera, ni se reabsorben en él cuando está inmóvil.
Las apariencias no surgen del tizón ardiente porque no tienen sustancia. Lo mismo sucede en la conciencia porque en ambos casos se trata de apariencias. (Kârikâ de Gaudapâda, IV, 58.
Habiendo meditado en el Ser como sin cuerpo en medio de los cuerpos, como permanente en medio de lo impermanente y como inmenso y penetrante, el sabio deja de padecer. (Ka. Up. I, 2, 22).
Aunque sin ojos, aparece con ojos, aunque sin orejas, aparece con orejas, aunque sin habla, aparece con habla, sin mente, aparece con mente, sin fuerza vital, aparece con fuerza vital. (Brahma-Sûtras, comentario de Sankara, pg. 62).
Se mueve sin pies y puede asir sin manos, ve sin ojos y oye sin oídos. (Sv. Up. III,19)
Aquél es el infinito, donde nada se ve, nada se oye y nada se sabe. (CH. Up. VII, 24).
Cuarto ejercicio.
Al igual que la luz (parece como si tuviera forma cuando está en contacto con los objetos) así sucede con el Absoluto. (Brahma-Sûtras, III, 2, 15).
Háblame del Absoluto que se presenta inmediata y directamente, el Ser que está dentro de todas las cosas” (Br. Up. III, 4, 1; III, 5, 1).
Allí donde no se ve nada más. (Ch. Up. VII, 24, 1).
Quinto ejercicio.
El Absoluto tiene dos formas, lo material y lo sutil, lo mortal y lo inmortal, lo limitado y lo ilimitado, lo definido y lo indefinido. (Br. Up. II, 3, 1).
No existe nada que vea sino Él, nada que escuche sino Él, nada que perciba sino Él; nada que conozca sino Él. (Brahma-Sûtras, comentario de Sankara, pg 153).
..y sus manos y sus pies están en todas partes, sus ojos y su cabeza se encuentran por todos lados, sus oídos están en todo el mundo. Sostiene y abarca todas las cosas. (Sv. Up. III, 16; B. Gîtâ, XII,13).
Los que conocen la Energía vital de la energía vital, la Vista de la vista, el Oído del oído, el Alimento del alimento, la Mente de la mente, han comprendido al eterno y primordial Absoluto. (Br. Up. IV, 4, 21).
Está usted en el reino de los cielos. El reino que menciona la Biblia y esta tierra no son dos regiones distintas, “el reino está en usted” dice la Biblia, y eso quiere decir que el Jñani ve esto como el reino de los cielos mientras que los demás lo ven como este mundo, la diferencia sólo reside en el punto de vista. (Ramana Maharshi, E. Ballesteros, pg. 130).
COLECCIONES DE EJERCICIOS