La luz a ti debida

Sé que llegará el día en que ya nunca
Volveré a contemplar
Tu mirada curiosa y asombrada.
Tan sólo en tus pupilas
Compruebo todavía,
Sorprendido,
La belleza del mundo
-y allí, en su centro, tú,
iluminándolo.

Por eso, ahora,
Mientras aún es posible,
Mírame mirarte;
Mete todo tu asombro
En mi mirada,
Déjame verte cuando tú me miras
También a mí,
Asombrado
De ver por ti y a ti, asombrosa.

Ángel González, Otoños y otras luces, Editorial Tusquests, 2008

Selección Pepa Torras Virgili

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